El proceso de separación y divorcio puede resultar extremadamente difícil para los hijos. Puede implicar mucha confusión que hace que sea aún más difícil para los niños comprender lo que está sucediendo en sus vidas. Pero hay formas de ayudar a tus hijos a sobrellevar la agitación de una ruptura.

Ayudar a tu hijo durante el divorcio

En Vàlua abogados en Barcelona, sabemos que el divorcio es uno de los eventos más difíciles y emocionalmente agotadores que una persona puede experimentar en su vida. Los niños a menudo pueden sentir como si todo su mundo se hubiera puesto patas arriba una vez que sus padres anuncian que se están separando. A cualquier edad, puede ser traumático presenciar la disolución del matrimonio de sus padres y la ruptura de la familia. Los niños pueden sentirse sorprendidos, inseguros o enfadados. Algunos Incluso pueden sentirse culpable, culpándose a sí mismo por los problemas en el hogar. El divorcio en muchas ocasiones no es un proceso fluido e, inevitablemente, un momento de transición como éste no se produce sin cierta medida de dolor y dificultad. Pero puedes reducir drásticamente el dolor de tus hijos haciendo de su bienestar tu máxima prioridad.

Tu paciencia, tu tranquilidad y tu capacidad de escucha pueden minimizar la tensión mientras tus hijos aprenden a enfrentarse a circunstancias desconocidas. Al proporcionar rutinas en las que tus hijos pueden confiar, les recuerdas que pueden contar contigo para tener estabilidad, estructura y cuidados. Y manteniendo una relación de trabajo con tu ex, puedes ayudar a tus hijos a evitar el estrés y la angustia que supone ver a unos padres en conflicto. Con tu apoyo, tus hijos no sólo pueden atravesar con éxito este momento tan inquietante, sino que incluso pueden salir de él sintiéndose queridos, seguros y fuertes, e incluso con un vínculo más estrecho con ambos padres.

Lo que tu hijo quiere de mamá y papá durante el divorcio

  • Necesito que ambos sigan participando en mi vida. Por favor, llamadme, enviadme un correo electrónico o un mensaje de texto y hacedme muchas preguntas. Cuando no os implicáis, siento que no soy importante y que no me queréis de verdad.
  • Por favor, dejad de pelearos y esforzaos por llevaros bien. Intentad poneros de acuerdo en los asuntos relacionados conmigo. Cuando os peleáis por mí, pienso que he hecho algo malo y me siento culpable.
  • Quiero amaros a los dos y disfrutar del tiempo que paso con cada uno de vosotros. Por favor, apoyadme a mí y al tiempo que paso con cada uno de vosotros. Si os mostráis celosos o molestos, siento que tengo que tomar partido y querer más a uno de los padres que al otro.
  • Por favor, comunicaos directamente entre vosotros para que no tenga que enviar mensajes de ida y vuelta entre vosotros.
  • Cuando hables de mi otro progenitor, por favor, di sólo cosas amables, o no digas nada en absoluto. Cuando dices cosas malas y desagradables sobre mi otro progenitor, siento que esperas que me ponga de tu parte.
  • Por favor, recordad que os quiero a los dos en mi vida. Cuento con mi madre y mi padre para que me críen, me enseñen lo que es importante y me ayuden cuando tenga problemas.

Cómo hablar a los niños sobre el divorcio

Cuando elijas contarles a tus hijos sobre tu divorcio, es posible que reaccionen de diferentes maneras y sabrán cómo manejarlo según su tipo de personalidad. Haz que la conversación sea un poco más fácil tanto para ti como para tus hijos preparando lo que vas a decir antes de sentarte a hablar. Puedes dar algunos pasos importantes para ayudar a tus hijos a reaccionar mejor ante las malas noticias anticipando preguntas difíciles, ayudándolos a lidiar con su ansiedad de antemano y preparándote para responder cualquier pregunta que puedan hacerte.

Qué decir y cómo decirlo

Querrás seguir siendo lo más empático posible. Esto te permite saber que sus necesidades son importantes y que tu las comprendes. En última instancia, esto ayudará a que la confianza de tu hijo en ti crezca. Ofrece a tus hijos una explicación honesta, pero adaptada a los niños.

Di la verdad. Debes ser honesto con tus hijos cuando te pregunten por qué te divorcias. La mejor manera es simplemente decir algo simple, como «ya no nos llevamos bien». Es posible que debas recordarles a tus hijos que los padres no dejan de quererlos al divorciarse, aunque no siempre se lleven bien los padres.

Di «te quiero». Por fácil que parezca, decirles a sus hijos que tu amor por ellos no ha cambiado es importante cuando están pasando por un momento difícil. Puede ayudar a recordarles que siempre pueden contar contigo. Diles que seguirás cuidando de ellos en todos los sentidos, desde prepararles el desayuno hasta ayudarles con los deberes.

Aborda los cambios. Adelántate a las preguntas de tus hijos sobre los cambios en sus vidas reconociendo que algunas cosas serán diferentes y otras no. Hazles saber que juntos podéis afrontar cada detalle sobre la marcha.

Evita culpar

Es fundamental ser sincero con tus hijos, pero sin criticar a tu cónyuge. Esto puede ser difícil de hacer cuando se han producido episodios de infidelidad, pero al usar la diplomacia puedes evitar el juego de la culpa.

Presenta un frente unido. Es importante estar de acuerdo con una historia y ceñirse a ella cuando se te ocurra una justificación para tu separación o divorcio.

Planifica tus conversaciones. Haz planes para hablar con tus hijos antes de que se produzcan cambios en la convivencia. Y planea hablar cuando tu cónyuge esté presente, si es posible.

Muestra moderación. Sé respetuoso con tu cónyuge al exponer los motivos de la separación.

¿Cuánta información debo dar a mi hijo sobre el divorcio?

Sobre todo al principio de la separación o el divorcio, tendrás que elegir cuánto contar a tus hijos. Piensa cuidadosamente en cómo les afectará cierta información.

  • Ten en cuenta la edad. En general, los niños más pequeños necesitan menos detalles y les irá mejor una explicación sencilla, mientras que los mayores pueden necesitar más información.
  • Comparte la información de tipo logístico. Informa a los niños de los cambios en su vivienda, colegio o actividades, pero no les abrumes con los detalles.
  • Sé realista. No importa lo mucho o lo poco que decidas contar a tus hijos, recuerda que la información debe ser veraz por encima de todo.

Ayuda a tu hijo a vivir el duelo del divorcio

Para los niños, el divorcio puede ser una pérdida intensa: la pérdida de uno de los padres, la pérdida de la unidad familiar o simplemente la pérdida de la vida que conocían. Puedes ayudar a tus hijos a llorar su pérdida y a adaptarse a las nuevas circunstancias ayudándoles a expresar sus emociones.

Escucha. Anima a tu hijo a compartir sus sentimientos y escúchale de verdad. Puede que sientan tristeza, pérdida o frustración por cosas que tú no esperabas.

Ayúdales a encontrar palabras para sus sentimientos. Es normal que los niños tengan dificultades para expresar sus sentimientos. Puedes ayudarles notando su estado de ánimo y animándoles a hablar.

Deja que sean sinceros. Los niños pueden ser reacios a compartir sus verdaderos sentimientos por miedo a herirte. Hazles saber que todo lo que digan está bien. Puede que te culpen del divorcio, pero si no son capaces de compartir sus sentimientos sinceros, les resultará más difícil superarlos.

Haz que hablar del divorcio sea un proceso continuo. A medida que los niños crecen y maduran, suelen tener nuevas preguntas, sentimientos o inquietudes sobre lo ocurrido, por lo que es posible que quieras repasar el mismo tema una y otra vez.

Reconoce sus sentimientos. Puede que no puedas arreglar sus problemas o cambiar su tristeza por felicidad, pero es importante que reconozcas sus sentimientos en lugar de rechazarlos. También puedes inspirar confianza demostrando que lo comprendes.

Haz que los niños sepan que no tienen la culpa

Many kids believe that they had something to do with the divorce, recalling times they argued with their parents, received poor grades, or got in trouble. To help your kids let go of this misconception:

Aclara las cosas. Repite por qué has decidido divorciarte. A veces, escuchar la verdadera razón de tu decisión puede ayudar.

Ten paciencia. Los niños pueden parecer que «lo entienden» un día y sentirse inseguros al siguiente. Trata la confusión o los malentendidos de tu hijo con paciencia.

Tranquiliza. Todas las veces que lo necesites, recuerda a tus hijos que ambos padres seguirán queriéndoles y que no son responsables del divorcio.

Dar seguridad y cariño

Los niños tienen una capacidad extraordinaria para curarse cuando se les da el apoyo y el amor que necesitan. Tus palabras, tus acciones y tu capacidad de ser coherente son herramientas importantes para asegurar a tus hijos tu amor incondicional.

Ambos padres estarán allí. Haz saber a tus hijos que, aunque las circunstancias físicas de la unidad familiar cambien, pueden seguir teniendo relaciones sanas y cariñosas con sus dos padres.

Todo saldrá bien. Di a los niños que las cosas no siempre serán fáciles, pero que se solucionarán. Saber que todo saldrá bien puede ser un incentivo para que tus hijos den una oportunidad a una nueva situación.

Cercanía. La cercanía física -en forma de abrazos, palmaditas en el hombro o simple proximidad- tiene una poderosa forma de tranquilizar a tu hijo sobre tu amor.

Sé sincero. Cuando los niños planteen sus preocupaciones o ansiedades, responde con sinceridad. Si no sabes la respuesta, di con delicadeza que no estás seguro en este momento, pero que lo averiguarás y que todo irá bien.

Proporcionar estabilidad durante el divorcio

Aunque es bueno que los niños aprendan a ser flexibles, adaptarse a muchas circunstancias nuevas a la vez puede ser muy difícil. Ayuda a tus hijos a adaptarse al cambio proporcionándoles la mayor estabilidad y estructura posible en su vida diaria.

Recuerda que es importante establecer estructura y continuidad, pero eso no significa que necesites horarios estrictos o que las rutinas de mamá y papá tengan que ser exactamente las mismas. A pesar de esto, es importante crear algunas rutinas comunes y comunicarse con sus hijos sobre lo que sucederá en cada hogar. De esta manera, pueden estar bien preparados y comprender lo que está sucediendo, incluso si nunca antes han pasado por el proceso.

La comodidad de las rutinas

Los niños se sienten más seguros cuando saben lo que les espera a continuación. Saber que, aunque cambien de casa, a la hora de la cena le siguen los deberes y luego el baño, por ejemplo, puede tranquilizar a un niño.

Una rutina te ayudará a establecer la forma en que deseas que se comporten sus hijos. Establece límites con ellos y recompensa su buen comportamiento, incluso cuando hay reglas que deben seguirse durante el divorcio. Recompénsalos por cualquier progreso que hagan estableciendo hitos alcanzables con ellos. No entiendas recompensar como malcriar permitiendo que se salten las normas.

Cuida de ti mismo

La primera instrucción de seguridad para una emergencia aérea es ponerse la máscara de oxígeno a uno mismo antes de ponérsela a su hijo. Cuando se trata de ayudar a tus hijos a superar tu divorcio, el mensaje que debes llevar a casa es: cuídate a ti mismo para poder estar ahí para tus hijos.

Cómo afrontar tu divorcio o ruptura

La ruptura de una relación puede desencadenar todo tipo de emociones dolorosas e inquietantes. Además de sufrir la pérdida de tu relación, puedes sentirte confuso, aislado y temeroso sobre el futuro. Si aprendes a afrontar el dolor de una separación o un divorcio de forma saludable, podrás mantener la calma y ayudar a tus hijos a sentirse más tranquilos.

Haz ejercicio a menudo y sigue una dieta sana. El ejercicio alivia el estrés y la frustración acumulada que son habituales en el divorcio. Y aunque cocinar en casa (o aprender a cocinar para uno) supone más esfuerzo que pedir comida a domicilio, comer de forma saludable te hará sentir mejor, por dentro y por fuera, así que evita la comida basura y precocinada.

Ver a los amigos a menudo. Puede ser tentador esconderse y evitar ver a los amigos y a la familia, que inevitablemente te preguntarán sobre el divorcio, pero la realidad es que el apoyo cara a cara de los demás es vital para aliviar el estrés de la ruptura y para superar este difícil momento. Si no quieres hablar de tu ruptura, pide a tus amigos que eviten el tema; lo entenderán.

Lleva un diario. Escribir tus sentimientos, pensamientos y estados de ánimo puede ayudarte a liberar la tensión, la tristeza y la ira. Con el paso del tiempo, puedes mirar atrás y ver lo lejos que has llegado.

Busca apoyo

Como mínimo, el divorcio es complicado y estresante, y puede ser devastador sin apoyo.

Apóyate en los amigos. Habla cara a cara con tus amigos o con un grupo de apoyo sobre cualquier emoción difícil que sientas -como la amargura, la ira o la frustración- para no descargarla en tus hijos. Si has descuidado tu círculo social mientras estabas casada y sientes que no tienes a nadie en quien confiar, nunca es demasiado tarde para crear nuevas amistades.

Nunca desahogues los sentimientos negativos con tu hijo. Hagas lo que hagas, no utilices a tu hijo para hablar de ello como lo harías con un amigo.

Sigue riendo. A veces, nuestra vida puede ser estresante o triste. Una forma de combatir esto es inyectar más humor y jugar en tu vida tanto como sea posible con tus hijos. Esto puede ayudar a compartir parte de la carga del estrés y las emociones no deseadas.

Acude a un terapeuta. Si sientes una rabia intensa, miedo, pena, vergüenza o culpa, busca un profesional que te ayude a superar esos sentimientos.

Trabaja con tu ex

Los conflictos entre los padres -sean o no separados- pueden ser muy perjudiciales para los niños. Es crucial evitar poner a tus hijos en medio de vuestras peleas, o hacerles sentir que tienen que elegir entre vosotros. Los siguientes consejos pueden ahorrar a tus hijos muchos disgustos.

Llévatelo a otra parte. Nunca discutas delante de tus hijos, ya sea en persona o por teléfono. Pide a tu ex que hablen en otro momento, o abandona la conversación por completo.

Usa el tacto. Abstente de hablar con tus hijos de los detalles del comportamiento del otro progenitor. Uno de los dichos más antiguos es que debes elegir sabiamente tus palabras al abrir la boca. Si no tienes nada bueno que decir, censúrate sin dudarlo.

Sé amable. Sé cortés en tus interacciones con tu ex pareja. Esto no sólo es un buen ejemplo para tus hijos, sino que también puede animar a tu ex a ser amable en consecuencia.

Mira el lado bueno. Anima a los niños a enfocarse en sus fortalezas y también anímalos a ayudarse unos a otros en las áreas en las que se sienten más débiles. Cuanto más lo intenten, más seguros estarán cuando tengan desafíos por delante.

Trabaja en ello. Da prioridad a desarrollar una relación amistosa con tu ex-cónyuge lo antes posible. Veros ser amistosos puede tranquilizar a los niños y también enseñarles a resolver problemas.

Resolver los conflictos de pareja con tu ex

Si te encuentras, una y otra vez, enzarzado en una batalla con tu ex sobre los detalles de la educación de los hijos, intenta dar un paso atrás y recordar el objetivo más importante que tienes entre manos.

Recuérdate: ¿qué es lo mejor para tus hijos a largo plazo? Tener una buena relación con ambos padres durante toda su vida.

Piensa en el futuro para mantener la calma. Si puedes mantener en mente los objetivos a largo plazo -la salud física y mental de tus hijos, tu independencia- podrás evitar los conflictos sobre los detalles cotidianos.

Considera el bienestar de todos. La felicidad de tus hijos, de ti mismo y, sí, incluso de tu ex, deben ser las grandes pinceladas del panorama de vuestras nuevas vidas tras el divorcio.

Ayuda profesional para los niños tras el divorcio

Algunos niños pasan por el divorcio con relativamente pocos problemas, mientras que otros lo pasan muy mal. Es normal que los niños sientan una serie de emociones difíciles, pero el tiempo, el amor y la tranquilidad deberían ayudarles a curarse. Sin embargo, si tus hijos siguen abrumados, puede que tengas que buscar ayuda profesional.

Reacciones normales al divorcio o a la separación

Aunque los sentimientos fuertes pueden ser duros para los niños, las siguientes reacciones son normales para los niños después del divorcio.

La ira. Tus hijos pueden expresar su ira, su rabia y su resentimiento contra ti y tu cónyuge por haber destruido su sentido de la normalidad.

La ansiedad. Es natural que los niños se sientan ansiosos cuando se enfrentan a grandes cambios en sus vidas.

Depresión leve. Es comprensible que pueda resultar difícil adaptarse a una nueva dinámica familiar. Está bien si se siente algo triste al principio y no puede deshacerse de esos sentimientos. Sin embargo, esos sentimientos pueden convertirse en un problema de salud mental más grave. A tus hijos les llevará algún tiempo resolver sus problemas sobre la separación o el divorcio, pero deberías ver una mejora gradual con el tiempo.

Señales de alarma de problemas más graves

Después de un divorcio, es importante comprobar cómo se está enfrentando tu hijo a la situación. Si la salud mental de tu hijo se deteriora significativamente, puede ser una señal de que necesita apoyo de profesionales.Aquí hay algunas señales de advertencia de depresión o ansiedad relacionada con el divorcio en los niños:

  • Problemas de sueño
  • Falta de concentración
  • Problemas en la escuela
  • Abuso de drogas o alcohol
  • Autolesiones, cortes o trastornos alimentarios
  • Frecuentes arrebatos de ira o violencia
  • Alejamiento de los seres queridos
  • Desinterés por las actividades preferidas

Si está lidiando con señales de advertencia de tu hijo relacionadas con el divorcio, es muy importante que te lo hables con su médico, maestros y consultes a un terapeuta infantil para obtener orientación sobre cómo lidiar con problemas específicos.